Montecristi.- La ocupación masiva de parte de haitianos de comunidades de la zona fronteriza, entre las provincias de Montecristi y Dajabón, debido a que los dominicanos las han abandonado para desplazarse a la ciudad, ha provocado el cierre total de al menos cuatro escuelas y otra tiene suspendido el pre-escolar,debido a la falta de alumnos criollos.
Las escuelas cerradas están ubicadas en Jaramillo y La Juliana, en Montecristi, pero anteriormente las autoridades educativas habían tomado similar medida con los centros escolares de las localidades de Isabel de Torres y El Gómez, porque por la emigración masiva de sus habitantes a los centros urbanos, ya no hay alumnos dominicanos a quienes impartir docencia.
La directora del Distrito Escolar 13-01 de Montecristi, Ramona Argentina de la Cruz, informó que las escuelas de Jaramillo y La Juliana se cerraron, porque debido a las constantes inundaciones provocadas por el río Yaque del Norte, sus pobladores se mudaron a Montecristi y a otras partes.
La funcionaria educativa expuso que esas poblaciones prácticamente están ocupadas por haitianos y alegó la falta de actas de nacimiento como motivación para negarles a los niños de origen haitiano la asistencia educativa, aún cuando desde agosto de 2001 la Secretaría de Educación emitió una resolución que ordena que los infantes sin declaración de nacimiento deben ser aceptados en el sistema educativo hasta octavo curso, en cumplimiento de la declaración universal de los derechos humanos y múltiples acuerdos internacionales firmados por el país consagran la educación como un derecho universal.
“Nosotros les hemos pedido a los padres de los niños haitianos que diligencien la expendición de sus actas de nacimiento para poder inscribirlos en la escuela, pero no hacen nada y entonces eso es una limitante que impide a ellos recibir educación”, se justificó de la Cruz.
La funcionaria educativa también dijo que en el Batey Madre, con las últimas inundaciones del Yaque del Norte, la mayoría de sus habitantes abandonó sus propiedades y se desplazaron a la ciudad, espacios que han ocupado inmigrantes haitianos indocumentados, por lo que se decidió cerrar el pre-escolar y enviar a los niños al centro educativo de la Maguaca. “La escuela que no tenga una matrícula estudiantil de 12 a 15 estudiantes no puede funcionar y en esos casos lo que se hace es que los profesores y estudiantes son trasladados a otros centros y esos se cierran”, insistió.
En lo que corresponde a la escuela de Isabel de Torres en la Costa de Montecristi, la funcionaria dijo que se encuentra cerrada desde hace más de diez años, debido a que sus pobladores se fueron a las zonas urbanas buscando mejores condiciones de vida, dejando el paso a ciudadanos haitianos que ingresaron irregularmente al país tras el mismo sueño de mejoría económica. Eso mismo ha ocurrido con la escuela de El Gómez, que también se encuentra cerrada desde hace años.
Bienvenido López, coordinador de una de las corrientes de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), en Montecristi, dijo que que como los miembros de esas comunidades han emigrado a lugares de mayor desarrollo, la población estudiantil se redujo significativamente, lo que obligó a las autoridades a cerrar los centros.
En ese contexto, explica que es imposible que el Estado mantenga operando esas escuelas con una matrícula estudiantil tan baja.
La activista social haitiana, María Richard, que reside en La Juliana desde hace siete años, dijo que ella voluntariamente ofrece docencia en creole a muchos niños de origen haitiano. “Las escuelas de estas comunidades se cerraron por la sencilla razón de que la gente se fueron y se quedaron los haitianos”, dice la educadora haitiana.
Sostuvo que en Jaramillo, la Juliana, la Cabuya y otras localidades vecinas hay muchos niños que ciertamente han llegado con sus padres de Haití, pero que otros han nacido en el país, por lo que plantea al Estado dominicano que reabra esos centros para que estos menores de edad puedan recibir docencia. fuente Ricardo Santana
Las escuelas cerradas están ubicadas en Jaramillo y La Juliana, en Montecristi, pero anteriormente las autoridades educativas habían tomado similar medida con los centros escolares de las localidades de Isabel de Torres y El Gómez, porque por la emigración masiva de sus habitantes a los centros urbanos, ya no hay alumnos dominicanos a quienes impartir docencia.
La directora del Distrito Escolar 13-01 de Montecristi, Ramona Argentina de la Cruz, informó que las escuelas de Jaramillo y La Juliana se cerraron, porque debido a las constantes inundaciones provocadas por el río Yaque del Norte, sus pobladores se mudaron a Montecristi y a otras partes.
La funcionaria educativa expuso que esas poblaciones prácticamente están ocupadas por haitianos y alegó la falta de actas de nacimiento como motivación para negarles a los niños de origen haitiano la asistencia educativa, aún cuando desde agosto de 2001 la Secretaría de Educación emitió una resolución que ordena que los infantes sin declaración de nacimiento deben ser aceptados en el sistema educativo hasta octavo curso, en cumplimiento de la declaración universal de los derechos humanos y múltiples acuerdos internacionales firmados por el país consagran la educación como un derecho universal.
“Nosotros les hemos pedido a los padres de los niños haitianos que diligencien la expendición de sus actas de nacimiento para poder inscribirlos en la escuela, pero no hacen nada y entonces eso es una limitante que impide a ellos recibir educación”, se justificó de la Cruz.
La funcionaria educativa también dijo que en el Batey Madre, con las últimas inundaciones del Yaque del Norte, la mayoría de sus habitantes abandonó sus propiedades y se desplazaron a la ciudad, espacios que han ocupado inmigrantes haitianos indocumentados, por lo que se decidió cerrar el pre-escolar y enviar a los niños al centro educativo de la Maguaca. “La escuela que no tenga una matrícula estudiantil de 12 a 15 estudiantes no puede funcionar y en esos casos lo que se hace es que los profesores y estudiantes son trasladados a otros centros y esos se cierran”, insistió.
En lo que corresponde a la escuela de Isabel de Torres en la Costa de Montecristi, la funcionaria dijo que se encuentra cerrada desde hace más de diez años, debido a que sus pobladores se fueron a las zonas urbanas buscando mejores condiciones de vida, dejando el paso a ciudadanos haitianos que ingresaron irregularmente al país tras el mismo sueño de mejoría económica. Eso mismo ha ocurrido con la escuela de El Gómez, que también se encuentra cerrada desde hace años.
Bienvenido López, coordinador de una de las corrientes de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), en Montecristi, dijo que que como los miembros de esas comunidades han emigrado a lugares de mayor desarrollo, la población estudiantil se redujo significativamente, lo que obligó a las autoridades a cerrar los centros.
En ese contexto, explica que es imposible que el Estado mantenga operando esas escuelas con una matrícula estudiantil tan baja.
La activista social haitiana, María Richard, que reside en La Juliana desde hace siete años, dijo que ella voluntariamente ofrece docencia en creole a muchos niños de origen haitiano. “Las escuelas de estas comunidades se cerraron por la sencilla razón de que la gente se fueron y se quedaron los haitianos”, dice la educadora haitiana.
Sostuvo que en Jaramillo, la Juliana, la Cabuya y otras localidades vecinas hay muchos niños que ciertamente han llegado con sus padres de Haití, pero que otros han nacido en el país, por lo que plantea al Estado dominicano que reabra esos centros para que estos menores de edad puedan recibir docencia. fuente Ricardo Santana
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